Una vida a caballo entre Madrid y Bayona, una agenda de trabajo entre España y Francia y el azar de actividades familiares, me hicieron encontrarme con el rugby.
Asimismo la luz tan especial de San Juan de Luz, la ciudad de mis vacaciones familiares me cautivó e hizo que la fotografía comenzara a fascinarme y a querer dedicarle tiempo. Así, de ola en ola, de Lauburu en Lauburu (cruz vasca) creció mi pasión por la Imagen y mi deseo de adquirir conocimientos técnicos avanzados para mejorar mi creatividad.
Después de un período de formación en una escuela madrileña y la participación en varios talleres con fotógrafos profesionales, nacieron las primeras imágenes ligadas al mundo del rugby. Partido tras partido, equipo tras equipo y jugador tras jugador, con mis fotografías trato de captar su Fuerza, su Nobleza y sus Valores.
Rugby y Fotografía, todo un modo de vida.